Mirando con lupa las páginas del último Boletín Monetario Semanal del Banco Central del Ecuador, la edición número 879 de este 2025, nos encontramos con más que cifras frías; percibimos el latido, a veces vigoroso, a veces errático, de nuestra economía. Para usted, empresario, directivo, emprendedor, descifrar este lenguaje es vital. No es un mero ejercicio académico, sino una brújula en un mar a menudo turbulento. El propósito de este análisis es claro: dotarle de una perspectiva crítica y didáctica para navegar el contexto financiero que el propio BCE nos dibuja.
La primera gran noticia, plasmada en la Sección I, es un respiro: las Reservas Internacionales (RI) han aumentado en USD 92.0 millones en una sola semana (del 30 de mayo al 6 de junio), alcanzando los USD 8.368,5 millones. Piéntelo como un colchón que engorda ligeramente, un signo positivo de la capacidad del país para afrontar shocks externos y honrar sus compromisos. Este incremento se sustenta principalmente en el oro y en los activos en divisas, un flujo que, aunque modesto en comparación con el total, suma al pilar de la estabilidad externa.
¿La solución? Unas RI robustas son una solución fundamental contra la volatilidad global, una señal de confianza para inversores y acreedores. Pero, ¿es este nivel de casi 8.400 millones de dólares realmente el ideal? ¿Estamos acumulando a un ritmo que nos blinde ante escenarios adversos mayores? El crecimiento es positivo, sí, pero la pregunta sobre la suficiencia y la sostenibilidad de esta tendencia sigue sobre la mesa para el análisis estratégico de su negocio.
Adentrándonos en la Sección II, el "Panorama del Banco Central", vemos al corazón del sistema financiero, y su balance revela tensiones. Al 6 de junio, los Activos Externos Netos del BCE se dispararon hasta los USD 9.391,8 millones, un aumento notable en la semana. Esto, sumado al alza de las RI, parece confirmar una estrategia de acumulación de activos líquidos o externos.
Sin embargo, la otra cara de la moneda en el propio balance del BCE es menos alentadora: los Activos Internos Netos se contrajeron bruscamente en casi 100 millones de dólares, quedando en USD 438,8 millones. Este descenso está marcado por una reducción del crédito neto al gobierno central y a los fondos de seguridad social. Mientras el BCE acumula fuera, parece ajustar su balance dentro.
¿La tensión? Esta divergencia es clave. Si el BCE, como "banco de bancos" y agente fiscal, reduce el crédito interno (especialmente al sector público), ¿qué señal envía sobre la liquidez doméstica o las prioridades de política? ¿Priorizar la estabilidad externa (vía acumulación) implica una restricción, aunque sutil, del impulso interno? Para su empresa, esto puede influir en el entorno general de liquidez del sistema, aunque la relación no sea directa ni inmediata. El rigor técnico nos exige ver esta contracción interna con una interrogante: ¿es un ajuste sano o una señal de estrechez futura?
Llegamos a la Sección III, el reino de los bancos y cooperativas (las OSD), los verdaderos capilares del sistema financiero donde su negocio interactúa día a día. Aunque los datos aquí presentados son provisionales y un poco más rezagados (al 22 de mayo de 2025), ofrecen un panorama crucial. Y aquí, a primera vista, las noticias son más directamente alentadoras para el sector privado.
El Crédito Interno Total de las OSD superó los USD 70 mil millones, con un crecimiento semanal significativo. Lo vital para usted: el crédito al sector privado (empresas y hogares) se incrementó en USD 133,7 millones solo en esa semana, alcanzando casi los USD 69.146,4 millones. Paralelamente, las Captaciones (depósitos) también mostraron dinamismo, con un alza de más de USD 533 millones en la semana, tanto en depósitos a la vista como a plazo (Cuasidinero).
¿La solución en acción? La banca privada y las cooperativas están moviendo recursos, concediendo crédito y captando depósitos. Este flujo de liquidez y acceso a financiamiento es el motor directo de la actividad empresarial. La persistencia de este crecimiento en crédito y captaciones es una señal de resiliencia, quizás de una demanda cauta pero existente, o de la necesidad de operar a pesar del contexto general. Es aquí donde la solución, el financiamiento de la actividad económica real, parece manifestarse con mayor claridad, a pesar de los interrogantes en el balance del BCE central.
El Boletín No. 879 de 2025 nos presenta un cuadro de contrastes: una mano (el BCE) que parece acumular activos externos mientras ajusta a la baja su balance interno, y otra mano (las OSD) que sigue irrigando la economía con crédito y captaciones crecientes, al menos hasta la fecha de los datos disponibles.
Para el empresario perspicaz, la lección es clara y la persuasión evidente: no se quede en el titular. Profundice. El aumento de las RI y la actividad crediticia de las OSD son puntos de anclaje positivos que sugieren operatividad y cierta confianza. Pero la contracción interna en el balance del BCE plantea interrogantes sobre la liquidez sistémica a futuro y las prioridades macroeconómicas. Estar informado de estos matices, con rigor técnico pero una mente crítica, le permitirá tomar decisiones más sólidas en un entorno que, como siempre, exige agudeza y adaptabilidad. Este boletín no es solo un reporte; es un espejo de las fuerzas que mueven, y a veces retienen, nuestra economía.